Desde la constitución de la Mercado Común Europeo, pasando por la Comunidad Europea y ahora por la Unión Europea, la Política Agraria Común (PAC) ha sido uno de los pilares y de las razones de su condición. En un principio, lo fundamental era el abastecimiento de alimentos para una población creciente que había salido de una guerra donde se comprometió todo el tejido productivo. Una agricultura de subsistencia empezó a convertirse en productora de materias primas gracias a la tecnificación y mecanización del campo.
Conforme ha ido subiendo el nivel de vida de los europeos y su poder adquisitivo, la agricultura ha ido pasando a segundo plano al poderse abastecer de los mercados exteriores gracias a los países emergentes desde el punto de vista agrícola. Las multinacionales alimentarias que basan su negocio en la producción a bajo coste por utilizar mano de obra barata y casi sin derechos, por usar los medios de producción y naturales sin prácticamente restricciones y por especular y acaparar a bajo coste, están luchando por la eliminación o minimización de la agricultura en los países desarrollados para así tener el campo libre y manejar los hilos de los mercados. Uno de los motores que más se mueven para la eliminación de la PAC o su reducción es precisamente las multinacionales.
Cuando se habla de eliminación de la PAC para dar oportunidades a los países en desarrollo se olvidan de citar muchos productos que ya están liberalizados. Un ejemplo entre muchos es el del café. Se negocia su precio en el mercado de Chicago, está libre de precio y de circulación, sin aranceles en los países desarrollados y su comercio lo manejan en su mayor parte las multinacionales con sus marcas Saimaza, Nestlle, Marcilla, etc. Sólo hace falta darse una vuelta por cualquiera de las zonas productoras y ver en las condiciones en que trabajan los agricultores. Este es el futuro que parece ser que se pretende para los productores europeos a no ser que se mantengan la ayudas comunitarias o se modifiquen de tal manera que les llegue a los primeros actores de la cadena que son los agricultores.
Un artículo muy clarificador de cómo se reparte el dinero de la PAC se puede ver en el artículo de Agronegocios titulado Una injusticia llamada PACConforme ha ido subiendo el nivel de vida de los europeos y su poder adquisitivo, la agricultura ha ido pasando a segundo plano al poderse abastecer de los mercados exteriores gracias a los países emergentes desde el punto de vista agrícola. Las multinacionales alimentarias que basan su negocio en la producción a bajo coste por utilizar mano de obra barata y casi sin derechos, por usar los medios de producción y naturales sin prácticamente restricciones y por especular y acaparar a bajo coste, están luchando por la eliminación o minimización de la agricultura en los países desarrollados para así tener el campo libre y manejar los hilos de los mercados. Uno de los motores que más se mueven para la eliminación de la PAC o su reducción es precisamente las multinacionales.
Cuando se habla de eliminación de la PAC para dar oportunidades a los países en desarrollo se olvidan de citar muchos productos que ya están liberalizados. Un ejemplo entre muchos es el del café. Se negocia su precio en el mercado de Chicago, está libre de precio y de circulación, sin aranceles en los países desarrollados y su comercio lo manejan en su mayor parte las multinacionales con sus marcas Saimaza, Nestlle, Marcilla, etc. Sólo hace falta darse una vuelta por cualquiera de las zonas productoras y ver en las condiciones en que trabajan los agricultores. Este es el futuro que parece ser que se pretende para los productores europeos a no ser que se mantengan la ayudas comunitarias o se modifiquen de tal manera que les llegue a los primeros actores de la cadena que son los agricultores.