La Textura del suelo no es más que el "porcentaje en peso de cada una de las fracciones minerales que componen el suelo" y que son la arena, el limo y la arcilla.
La arena, el limo y la arcilla se diferencian entre sí por su tamaño, siendo éste:
-Arena: 2 a 0,05 mm
-Limo: 0,05 a 0,002 mm
-Arcilla: <0,002 mm
(Estos límites son los usados por el USDA americano)
Las partículas de tamaño superior a 2 mm no intervienen en las propiedades básicas del suelo, considerándolas como inertes.
Tipos de Textura
Las distintas proporciones de arena, limo y arcilla dan lugar a distintas denominaciones de textura. El nombre dado a cada una de las texturas se refleja en un cuadro que permite su clasificación, siendo la de un suelo franco la que se considera que contiene los tres elementos de un modo equilibrado.
Importancia de la Textura
-La arcilla, junto con la materia orgánica, es importante para la retención de agua y nutrientes. Las partículas más finas ayudan a unirse entre sí a otras mayores formando agregados.
Al tener un tamaño tan pequeño, tienen una elevada superficie por gramo de suelo. Esto les proporciona dos características principales:
Retienen agua en gran cantidad porque tienen una gran superficie que se puede recubrir.
Retienen nutrientes disponibles para las plantas porque su superficie está cargada eléctricamente.
-La arena constituye el esqueleto del suelo, contribuyendo con la mayor parte del peso y ayudando a conseguir una buena aireación y permeabilidad del suelo. Tiene como inconvenientes su poca retención de agua y de nutrientes.
-El limo tiene propiedades intermedias, reteniendo mucho agua pero sin tanta retención de nutrientes y con poca facilidad para la aireación. En cambio, es la reserva para seguir produciendo arcilla que compense su erosión.
Características de los suelos según la textura
-Arcillosos. Los suelos que tienen demasiada arcilla guardan una elevada cantidad de agua pero su aireación suele ser insuficiente. Para resolverlo, la mejor solución es aumentar el contenido en materia orgánica, la cual va a hacer que se formen más agregados y permita una mayor porosidad para que circule el aire.
Otro problema es que son pegajosos, lo que dificulta el laboreo, y cuando están secos, se vuelven duros. Esto conlleva un periodo corto para trabajarlos y siempre van a requerir de una mayor fuerza.
-Arenosos. Los suelos arenosos son suelos bien aireados y fáciles de trabajar. En cambio, almacenan poca cantidad de agua y retienen mal los nutrientes, que se lavan hacia capas profundas. Para solucionarlo se recurre a lo mismo que en el caso de los arcillosos, es decir, se añade materia orgánica, que va a formar agregados con las partículas minerales permitiendo más poros de rentención de agua, y va a mantener los nutrientes debido a su carga eléctrica.
-Francos y franco limosos. Son los suelos ideales, con unas cantidades entre un 7 y 27% de arcilla y el resto en cantidades similares de arena y de limo.
Tienen la arcilla necesaria para retener grandes cantidades de nutrientes y de agua pero sin problemas de aireación y de dificultades de trabajo.
Más información en Monografías
Bibliografía: L.M. Thomson, F.R. Troeh. "Los suelos y su fertilidad" Ed. Reverté