El nitrógeno es uno de los elementos necesarios en mayor cantidad cuando se trata de abonar los cultivos. A pesar de formar parte del aire como elemento principal (un 78% del aire es nitrógeno), las plantas no pueden tomarlo directamente. Sólo aquellas que tienen simbiosis con algunas especies de bacterias pueden hacerlo indirectamente, fundamentalmente las leguminosas. De hecho, una de las líneas de mejora que siempre ha estado en mente de los investigadores es poder dar con la clave para que distintos cultivos puedan trabajar con rhizobium que les faciliten el nitrógeno necesario.
Aunque inicalmente se utilizaban productos naturales ricos en nitrógeno tipo nitrato sódico de Chile y de cal de Noruega, o de guano americano, ahora casi la totalidad proviene de la industria que lo fabrica por el método Haber-Bosch. Lógicamente el proceso tiene el inconveniente de requiere energía y su coste final va a depender del precio de la misma, que invariablemente depende del del petróleo.
Otro problema de la utilización de los abonos nitrogenados es la contaminación. Cuando se usan abonos nítricos para dar nitrógeno rápido a las plantas, parte de éste puede ser lavado por el agua, por ser muy soluble, y llegar a los ríos y acuíferos, disminuyendo su calidad y originando dificultades ecológicas y económicas en su uso.
Entre el precio de los abonos y los problemas contaminantes está bien conocer su ciclo natural y saber como funciona. Por eso dejo aquí unos enlaces donde lo explican:
Millarium
Vision learning
Tecnun
Para saber cómo se obtiene el nitrógeno del aire se puede mirar en:
Ciencias en el CIC
Escritos científicos
