Uno de los grandes problemas de los cultivos, y que se llevan una parte importante de los gastos, es el control de malas hierbas. Las plantas espontáneas y arvenses compiten con el cultivo en la extracción de nutrientes y agua, mermando las producciones.
Aunque las malas hierbas también tienen algunas ventajas, como el control de la erosión, el aumento del contenido de materia orgánica y la extracción de nutrientes de capas profundas, no deja de ser a precios altos en comparación con la pérdida de producción.
Para poder controlar las malas hierbas, porque eliminar es inviable, primero es necesario conocerlas. La experiencia suele ser la base pero, con la globalización, el comercio internacional y la utilización masiva de herbicidas, van apareciendo nuevas especies en zonas que antes no crecían.
Un herbario digital se puede consultar en la ETSEA de Lérida
Un atlas de malas hierbas para consultar por nombre en latín en Herba. Tiene buenas fotos.
Una guía muy buena en papel es la de Atlas de Malas Hierbas.
Se puede buscar en:
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